Todos alguna vez hemos tenido el sueño de que un mundo más feliz y más justo es posible. Sí casi todos lo hemos tenido, especialmente en la infancia o en la juventud “cuando se duerme tranquilo, en cualquier parte, sin un pan entre el bolsillo, y se tienen creencias y confianzas así en el mundo, como en uno mismo”, pero, en algún momento algo pasa, y esas creencias y confianzas se evaporan, dando paso entonces al típico adulto que intenta reemplazar las antiguas esperanzas infantiles, juveniles, por un hambre loca, desmedida, de dinero y su promesa de felicidad sobre la tierra. Nuestra fundación Casa Abierta es una apuesta por todo lo contrarío.
Bueno, hemos hablado genéricamente de la infancia y la juventud, y eso puede ser un error, no todos, todos, fuimos tan desinteresados e idealistas ni por un solo momento, o al menos eso es lo que ahora recordamos, sin embargo allí está la respuesta: lo hemos olvidado; casi todos preferimos olvidarlo, un recuerdo de semejante belleza sólo nos haría daño. Sin embargo el arte es precisamente una invitación a no olvidarlo; recordar al niño que pintaba con vinilo en una cartulina no es tan inocente: todo artista sabe, como un niño que aún no está muy acostumbrado a cada cosa y juega, que el mundo es de plastilina, modificable, y así como se pinta en cartulina se modifican los paisajes, y así como se imita al papá o a la mamá se asumen roles, y el adulto que no lo olvide, podrá elegir ser lo que él quiera. Casa Abierta será también entonces un lugar en contra de ese olvido.
Y ahora que hablamos de la memoria y el olvido no podemos pasar por alto desde dónde, ni desde cuándo hablamos: Roldanillo, valle del río Cauca en medio de una de las más profundas crisis de occidente ¿Pero qué significa eso? Significa asesinos a sueldo que borrachos disparan al aire; hordas de colegiales semianalfabetas que se resisten aprender cualquier cosa porque ¿para qué? Si muchos de sus padres son los mismos borrachos que disparan al aire —en acto o en potencia— que siendo también semianalfabetas consiguieron dinero. Y todo eso, aunque estemos acostumbrados, no es normal, ni hace parte del mundo más feliz y más justo que queríamos cuando niños. Como ya dijimos Casa Abierta será una lucha contra todo eso.
Pero ¿qué será en sí Casa Abierta? Esta es una pregunta que será mejor no contestar sino de una manera abierta, tan vagamente como sea posible: Casa Abierta será todo lo que nosotros hagamos en esta casa, el precedente de los 7 primeros meses de actividades bajo el anterior nombre, Modulo 9, son un buen indicio: hemos expuesto pinturas, esculturas, hemos tomado clases de baile, cocinado, se han prestado películas, las hemos visto en grupo y las hemos comentado, se ha escrito, se ha pintado, se ha tomado mucho café mientras se habla, y se ha rumbeado; hemos escuchado música, hemos ofrecido la casa a viajeros… se han hecho conciertos de rock, talleres de origami, se ha representado a Bertolt Brecht en el patio, se ha generado un espacio de libertad y creatividad para jóvenes que muchas veces no encajaban del todo en el sistema educativo que de manera despreocupada les ofrecemos… En fin, estos meses hemos vivido para la construcción de un mundo más feliz y más justo, como queríamos de niños y como aún queremos. Esta es nuestra casa tomada abierta al disfrute, a la colaboración, y al conocimiento público. Todos hemos colaborado con lo que tenemos, y estoy seguro de que cuando alguno de nosotros no pueda colaborar en algún mes, otras manos, con medios que poco a poco pensaremos, tomarán su lugar, porque es un interés de todos que esta casa que combate, como vimos, el olvido y la apatía, las hordas de ignorancia narcotraficante, traqueta, y sin sentido más allá de lo inmediato, continúe.